Por: Ismael Almeida
Las funciones nocturnas del XXV Festival Internacional de Ballet atraían
a su público la Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, su majestuoso lobby quedaba
preso del ir y venir de Balletómanos, del murmullo de copas y saludos; esto hacía
que su salón luciera tan animado como el famoso Titanic, pero solo hasta el
comienzo de la función, donde estrenos mundiales, clásicos y famosas
coreografías convertían la noche de fiesta y Ballet.
©Ismael Almeida
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