martes, 19 de febrero de 2013

La siesta de un fauno

Por: Ismael Almeida


La Siesta de un Fauno, fue la emblemática obra escogida por el Ballet Nacional de Cuba y su directora general Alicia Alonso, para abrir la función programada este domingo 17 de febrero, en el Teatro Nacional de Cuba.
 Las bajas temperaturas de un frente frío que visita a La Mayor de las Antillas, no amilanaron en  La Habana a los amantes del género que, fiel a la causa llenaron el teatro y no faltaron los clásicos ¡Bravo!

Sinopsis: 
En una calurosa tarde de verano, un fauno reposa sobre un peñasco. Siete ninfas llaman su atención, pues jamás ha visto criaturas  semejantes. La presencia del fauno las asusta. Una le permite aproximarse, pero cuando el fauno trata de sujetarla, la ninfa se aleja, dejando caer un chal de seda. Al quedarse solo, el fauno toma el velo, lo acaricia imaginando a la ninfa ausente, y se  abandona en éxtasis sensual sobre la seda.








(Del programa de mano)
 La siesta del fauno, es la obra que marca el debut de Nijinski como coreógrafo. La pieza, desde el punto de vista del concepto y el vocabulario  coreográfico, no tenía precedentes. La obra rompió con más de un siglo de tradición, cuando liberó a sus danzantes del en dehors imprescindible de la danza académica, exigiendo una posición de paralelo de los pies.  Las peripecias del ballet, como un escena esculpida en piedra antigua, ocurría con un sentido marcado de gravedad, alejado del aire estéreo que caracteriza a la danza clásica; exhibía una combinación alterna de movimientos  cortantes con otros muy lentos, delimitando por poses estadísticas con un alto sentido plástico. Los personajes, un fauno y siete ninfas, estaban colocados completamente de «perfil» con respecto al público.
Los diseños fueron una verdadera obra de arte realizada por León Bakst. El público quedó sorprendido ante aquel retablo coreográfico; y muchos se escandalizaron por las alusiones eróticas de los segundos finales de ballet. Su estreno, hace poco más cien años, el 29 de mayo de 1912, fijo el inicio de una leyenda en la historia de la danza.
La siesta de un fauno   fue la primera obra del programa inaugural de Ballet Nacional de Cuba, el 28 de octubre de 1948. Su protagonista fue Ígor Youskévitch, en el papel del fauno.

Coreografía: Vaslav Nijinski, inspirada en el poema homónimo de Stéphane Mallarmé.
Música: Claudio Debussy  (Prélude á l´aprés-midi d´un faune)
Diseño: Salvador Fernández, sobre los originales de León Bakst
Intérpretes:
Fauno: Alejandro Silva
Ninfas: Mayrel Martínez
Yinet Fernández, Massiel Alonso, Yanlis Abreu, Gabriela Mesa, Adarys Linares y Laura Blanco.










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