Un sueño hecho realidad.

Por: Ismael Almeida

El popular dúo cubano Buena Fe tuvo como invitado al cantautor español Andrés Suárez en los conciertos ofrecidos en la noche del pasado sábado dos y en la tarde del domingo tres de Junio, en el capitalino cine-teatro Astral. La lluvia sabatina desde temprano pretendía anegar la presentación; pero los seguidores de Israel y Yoel no lo permitieron, el teatro se llenó.

Yoel Martínez, Andrés Suárez y el líder de Buena Fe Israel Rojas, minutos antes de comenzar el concierto dominical.

Los actores protagonistas del film cubano "Habanastation" realizada por joven cineasta Ian Padrón , comparten escenario con el dúo.

Suárez, un catalán de 29 años, que por vez primera visita la Isla, en un corto respiro detrás de las cortinas del escenario, me comentó que la estaba pasando de maravillas, que desde la “panza de su mamá” escuchaba las canciones de Pablo Milanés, confesó sus mayores muestras de cariño y profundo respeto a ese ícono de la canción cubana y fundador de la nueva trova, porque cantarle a él en La Habana, es un sueño hecho realidad. El público disfrutó haciendo coro con las bellas canciones de texto profundo e inteligente, aunque el momento más emocionante fue cuando interpretaron “Yolanda” de Pablo Milanés, toda una leyenda de amor dentro de la cancionista cubana.

“GUSANOS”

Por: Ismael Almeida.

A principios de los años 80 la comunidad cubana en la ciudad de Miami comenzó hacer viajes a la Isla, estos pusieron muy de moda los maletines de talla extra bautizados popularmente como “Gusanos”, como una de las tantas coincidencias irónicas, hicieron historia.

Pero los tiempos han cambiado, la emigración cubana se ha extendido más allá, y los “Gusanos” ganaron un protagonismo utilitario a la emigración, el viaje, la búsqueda de oportunidades, hasta llevando a cuestas las contradicciones humanas. En fin hoy la historia es otra, lejos de los fines políticos, siempre pensando en volver con alternativas y mejoras económicas.

El tema sirvió de inspiración al fotógrafo matancero Nadal Antelmo Vizcaíno, que con el concurso de Edel Arencibia Rodríguez y Roberto Rodríguez, este trio de artistas realizaron tan sugerente obra expositiva en la Oncena Bienal de La Habana.

Un Caballo en La Habana

Por: Ismael Almeida 
Esta vez seremos testigo de ese ingenio maravilloso y creador del ser humano, presenciando “Un Caballo en La Habana”, que sin lugar a dudas nos recuerda el afamado Caballo de Troya. Situado en el Parque Wilfredo Lam en la calle 15 e/ 14 y 16 en el Vedado capitalino, nada tiene que ver con acciones bélicas, ni los conocidos e incómodos virus informáticos.

En esta ocasión se trata de una instalación artística, obra de Alberto Matamoros y Claudia Echevarría presentada en la Oncena Bienal de La Habana. Un sueño hecho realidad afirma Alberto, mientras Claudia asegura que la acogida ha sido muy buena, conquistando al público más joven. La monumental obra tiene más de nueve metros de altura, fue creada en piezas de madera, que luego fueron ensambladas hasta convertirse en ese majestuoso caballo de madera, que alberga en su panza una pequeña galería de arte. Con un costo algo más de los doce mil dólares y un buen número de dificultades, la obra es una realización personal de la joven pareja de artistas. Distante de las presiones mercantilistas, tan comunes en estos tiempos, la Bienal es un regalo que nos hacemos los cubanos, que compartimos con todo el que nos visite, por los días que dure el evento.

“Detrás del muro”

Por: Ismael Almeida

El pasado domingo 13 de mayo, quedó inaugurado al final de la tarde, uno de los espacios más atractivos de la XI Bienal de La Habana. Se augura que esta sea, una de las acciones artísticas más populares y concurridas en la ciudad. Por vez primera se utilizó un tramo considerable de ese “Gran Sofá” del Malecón habanero, desde el Parque Maceo hasta el Castillo de La Punta, lugar de importante compromiso con la identidad capitalina.

El coordinador y curador de este proyecto Juan Delgado Calzadilla, declaró que las muestras incluyen 25 artistas de diversas generaciones, la mayoría de ellos residentes en la Isla o fuera de ella, que mezclan su creatividad para hacer suyos el tema de la bienal acerca de las prácticas artísticas y la imaginación social.

Detrás del muro se reúne un conjunto de instalaciones, esculturas y performances, que armonizan un arcoíris insular desbordante de psicología tropical y de los ideales que se entrelazan desde la Habana en pleno siglo XXI con retos impuestos por una impredecible globalización.