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lunes, 7 de julio de 2025

“Auge y caída del Ruiseñor”

Por: Ismael Almeida

Exitosa presentación de la obra “Auge y caída del Ruiseñor”, sobre la historia de la cantante chilena Rosita Serrano, por el Colectivo Mákina Dos, en el Festival Lluvia de Teatro 2025, realizado en el Teatro Cervantes de Valdivia, este domingo 6 de julio a las 19:30 horas.

Esta biografía dramatizada, dirigida con pulso firme por Patricio Pimienta, reconstruye la vida y el mito de Rosita Serrano, la cantante chilena que conquistó los escenarios de la Alemania nazi, donde fue apodada “El Ruiseñor Chileno”. Con un enfoque de teatro histórico documental, la obra entrelaza elementos épicos y testimoniales para explorar no solo el ascenso fulgurante de Serrano, sino también su controvertido ocaso, invitando al espectador a reflexionar sobre el papel del arte y de los artistas frente al poder y la censura.




























La puesta en escena brilló por el comprometido trabajo actoral, capaz de sostener el delicado equilibrio entre lo íntimo y lo político, y por su eficaz uso de recursos como la música en vivo, el archivo histórico y una escenografía sobria pero evocadora. El humor, sabiamente dosificado, permitió romper tensiones sin desviar la atención de los conflictos centrales, logrando así una experiencia escénica tan conmovedora como provocadora.

Recomendada para mayores de 14 años, esta obra no solo recupera una voz olvidada de la cultura chilena, sino que también interpela al presente desde una memoria crítica. Mákina Dos reafirma con esta puesta en escena su solidez creativa y su compromiso con un teatro que piensa, emociona y transforma. Una propuesta que no solo reabre archivos olvidados, sino que también desafía nuestra forma de entender el pasado y sus resonancias en el presente.
























sábado, 5 de julio de 2025

“BRU o el exilio de la memoria”

  La escena como latido de historia viva.

Por: Ismael Almeida.

En su regreso al Festival Lluvia de Teatro de Valdivia, la obra “BRU o el exilio de la memoria” reafirma su potencia testimonial en un país que aún palpa las huellas del destierro. Creada por Amalá Saint-Pierre y Francisco “Paco” López —del Colectivo Mákina Dos— y dirigida con admirable templanza por Héctor Noguera, la pieza pone en escena la vida de Roser Bru, artista chileno-catalana marcada por el exilio, la guerra civil española y la dictadura chilena.

Este montaje, de carácter documental, íntimo y profundamente gráfico, entreteje la memoria familiar con el archivo histórico, la poesía con la crudeza de los silencios, y la visualidad con una dramaturgia cuidadosamente calibrada. El uso de proyecciones, imágenes plásticas y material de archivo no es mero ornamento: se integra como un personaje más, evocando la mirada pictórica de Roser Bru y ampliando el lenguaje escénico hacia lo sensorial.































 Pero más allá del relato biográfico, BRU es también una denuncia escénica sobre los procesos de olvido y el riesgo de desmemoria colectiva. Al recordar a una mujer exiliada, artista y testigo del siglo, recuerda también a todas las voces que fueron calladas. La obra se convierte así en un acto ético de resistencia desde el arte, y su presencia en el festival reafirma la urgencia de escenarios que dialoguen con nuestra historia reciente.

jueves, 3 de julio de 2025

Lluvias de Teatro 2025

La emoción se instala en Valdivia con un telón que no deja de moverse.

Valdivia volvió a encender su invierno con lo que mejor sabe hacer: hacer, vibrar el arte en escena. La versión 2025 del Festival Lluvias de Teatro partió este miércoles 2 de julio en el Teatro Cervantes con una apertura potente y simbólica.

La obra “Un caso aislado”, dirigida por Catalina Cerda y protagonizada por Koke Santa Ana, Carolina Cornejo, Alexandra von Hummel y la propia Cerda, fue un primer golpe directo al corazón del público: un relato íntimo que se convierte en denuncia cuando una reunión de apoderados se transforma en un campo de tensiones y silencios cómplices frente al bullying escolar.

El público respondió con atención y ovación. Y es que no se trataba solo de una obra, sino del tono que marcaría toda la edición del festival: historias que incomodan, que despiertan, que exigen. La escenografía austera, el uso de silencios prolongados y la tensión cuidadosamente sostenida dieron pie a una puesta en escena que remeció a todos y dejó preguntas sin respuestas fáciles.


















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